CONTRARREFORMA DE LA
IGLESIA
<<Dios
proveerá lo que le parezca mejor. >>
Enfoquémonos
en una Europa a partir de la segunda mitad del siglo XVI; en esta época las
diferencias religiosas eran la causa fundamental de conflictos entre el poder y
ésta. Además, la religión se convirtió en una causa de fractura en la armonía
de la sociedad y la política.
La
contrarreforma de la Iglesia fue un movimiento de respuesta ante las iglesias
protestantes que se revelaban ante la iglesia católica; ante esto, el poder de
la iglesia disminuyó en demasía. Sin embargo, la Iglesia buscó dar un cambio en
su organización desde el seno de ésta con el objetivo de evitar el avance de
las doctrinas protestantes.
El
cambio se basó en regresar a la base fundamental de la Iglesia: “Centrarse en
la vida piadosa y en una íntima relación con un sacerdote totalmente unido a
Cristo”. También volver al espíritu de pobreza y ayuda al prójimo, que había
sido olvidado.
Este
cambio en la Iglesia fue, sin duda, el regreso a la Iglesia que velaba por el
bienestar del otro; puede considerarse como un bien que necesariamente tuvo que
ocurrir para una Iglesia que estaba siendo desviada. No obstante, el regreso de
una institución como la “Inquisición” también fue consecuencia de éste cambio.
Desde
antes de la contrarreforma existieron órdenes religiosas, y en éste periodo
nació “La compañía de Jesús” –Fundada por San Ignacio de Loyola-. Fue una orden
de fuerte personalidad, su relevancia se debe a su solidez de sus principios y
su estricto reclutamiento de sus frailes. Cabe resaltar lo que resaltó San
Ignacio de “buscar y encontrar a Dios en todas las cosas”. Gracias a ésta orden
se pudo hacer frente a la Reforma Protestante en el Concilio de Trento; tales
como Diego Laínez y Pedro Canisio participaron para debatir con los
protestantes. Ante su solidez y gran carácter de los reclutados de la casa
jesuita, la Iglesia Católica fue capaz de reforzar, poco a poco, el poder que
había sido quitado. Así, el poder de los jesuitas junto a la Iglesia católica
se expandió, traspasando el continente Europeo.
Ante
la búsqueda de detener el avance del movimiento reformista, el Papa Paulo IV
reestablece la “Inquisición”. Tomó relevancia al finalizarse el Concilio de
Trento. El espíritu renovador fue el motor para esta institución sirviera en
una corte de disciplina religiosa para la Iglesia Católica. Esta tenía una
medida extremista y brutal, dado que, se negaba que existiera personas con
diferentes creencias. Tuvo un gran impacto en la sociedad y se frecuentaron
varios casos de personas que fueron asesinadas de manera injusta.
En
conclusión, la contrarreforma de la Iglesia tuvo su lado negativo y positivo;
el nacimiento de una orden que tenía una visualización de ayuda al otro,
permitió que la Iglesia que estaba siendo deformada volviera de alguna forma a
su doctrina servicial. Por otra parte, la Inquisición como corte de disciplina
religiosa, era la medida extremista de la Iglesia Católica para no perder más
poder y dar a entender que ésta Iglesia aún no podía aceptar a otras personas
que no pensaran igual que esta. Ambos lados expusieron a una Iglesia que estaba
en constantes cambios por el avance del pensamiento, y a la vez, mostraron a
una Iglesia que perdía el poder que siempre había tenido.
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